El Génova goleó este martes por 3-0 al Milan, en un duelo decidido por los goles del serbio Nikola Ninkovic, Leonardo Pavoletti y uno en propia puerta del eslovaco Juraj Kucka, y negó al equipo milanés las opciones de hacerse con el liderato en la Serie A italiana.

Los "rossoneri", que de ganar hoy se hubieran hecho con la primera posición liguera, no lograron crear claras ocasiones de gol y sucumbieron en el estadio Marassi, uno de los más calientes del campeonato italiano.

El Génova, que perdió el derbi contra el Sampdoria en la anterior jornada, jugó con mucha intensidad y consiguió el tanto de la ventaja a los 11 minutos gracias a un cabezazo de Ninkovic.

El joven extremo, de 21 años, aprovechó un perfecto centro del venezolano Tomás Rincón para firmar su primer tanto con la camiseta del Génova.

Tras protagonizar una prestación de gran nivel en el último triunfo ante el Juventus, el Milan nunca logró encontrar ritmo en el choque de hoy y se quedó con diez jugadores en el minuto 55, cuando el defensa ítalo-argentino Gabriel Paletta fue expulsado por una dura falta sobre Luca Rigoni.

A pesar de la inferioridad numérica, los "rossoneri" trataron de apretar en busca de la igualada, pero terminaron dejando demasiados espacios a sus rivales.

En el minuto 80, el Génova consiguió sentenciar el partido gracias a un gol en propia puerta del medio eslovaco Juraj Kucka. El serbio Darko Lazovic centró en busca de Leonardo Pavoletti y el milanista desvió el balón a su portería (2-0).

El segundo tanto ya no daba opciones de remontada al Milan y el Génova lo aprovechó para ampliar a tres tantos su ventaja. En el minuto 86, Pavoletti regateó en el área a Alessio Romagnoli y definió con un derechazo ajustado a un poste (3-0).

Después de 3 minutos de tiempo añadido, los genoveses pudieron celebrar su reencuentro con el triunfo y la séptima plaza liguera.

Por su parte, el Milan perdió una gran ocasión de hacerse con el liderato y se quedó, como el Roma, a dos puntos de distancia del Juventus, que jugará mañana contra el Sampdoria.

EFE